Todas las mujeres que hemos usado tacones, conocemos el dolor que producen después de usarlos por un largo tiempo. Nos causan ampollas, juanetes y callosidades, pero apuesto que aun con todo ese sufrimiento, los volveríamos a usar, sin pestañar.
Aquí hay algunos consejitos fáciles de seguir para hacer un poco más llevadero este dolor.
Escoger los zapatos adecuados
Busquemos zapatos que no nos aprieten o nos queden grandes. Si sentimos que nuestros dedos están muy apachurrados, mejor dejémoslos ahí y busquemos la siguiente talla.
Utiliza plantillas de gel
Una buena opción es comprar plantillas de gel que soporten tu talón o la planta de tus pies. Son adheribles a tus zapatos y también las puedes encontrar para sandalias.
Congélalos
Una alternativa por si los zapatos nos aprietan la primera vez, es llenar dos bolsas de agua y ponerlas dentro de ellos, luego meterlos al congelador hasta el día siguiente. Esto ayudará a que los zapatos se expandan y se aflojen hasta que te queden a la medida y más comodos.
Zapatos de plataforma
Las plataformas están de modas y son una excelente opción si quieres llevar tacones, ya que las hay tanto para sandalias como para zapatos cerrados. Son muy cómodos y te dan más seguridad al caminar.
Flats
Si vamos a caminar largas distancias, usemos por mientras las flats (zapatos bajitos) y luego nos ponemos los tacones. Esto garantiza que nuestros pies descansen y aguanten más tiempo cuando los necesitemos usar, además de que previenen la salida de los odiados 'juanetes'
Consiente tus pies
Una vez a la semana pongamos los pies en una bañera con agua tibia para relajarlos y eliminar fácilmente la piel muerta. Ellos te lo agradecerán.
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